 
María Teresa Fernández Antón, directora del Centro Residencial Bizia en Gatika (Bizkaia), lidera con compromiso y empatía un espacio dedicado al cuidado integral de personas mayores.
Su labor se centra en ofrecer servicios personalizados que promuevan la autonomía y el bienestar físico y emocional de cada residente. Con una trayectoria marcada por retos como la mejora continua de la calidad de vida y la resiliencia ante situaciones críticas como la pandemia, María Teresa defiende la importancia del acompañamiento en el final de vida, la creación de entornos cálidos y la innovación en la atención. Su visión humanista y profesional convierte cada día en una oportunidad para dignificar la vida de quienes más lo necesitan.
1. ¿A qué te dedicas profesionalmente?
Actualmente me dedico a la dirección del centro residencial Bizia de Gatika (Bizkaia), donde trabajamos con diversas personas mayores de 60 años en especial ofreciendo un servicio integral especializado en ofrecer unos servicios personalizados y adaptados a las necesidades de cada persona.
2. ¿Cuáles son los dos retos profesionales más importantes que tienes en estos momentos?
Actualmente, mis dos principales retos profesionales están relacionados con velar por el bienestar de las personas mayores. El primero es garantizar que reciban una atención integral y de calidad, promoviendo su autonomía y bienestar físico y emocional. El segundo reto es fomentar iniciativas que mejoren su calidad de vida, ya sea a través de programas de inclusión, acceso a servicios esenciales o el desarrollo de entornos más amigables para ellos. Estoy comprometida en encontrar soluciones innovadoras y efectivas para responder a sus necesidades y mejorar su día a día.
3. Profesionalmente hablando, ¿cuál es tu peor recuerdo?
Mi peor recuerdo profesional está relacionado con la pandemia por COVID-19 y la difícil situación que se vivió en las residencias de mayores. Fue un período de gran incertidumbre y desafío, en el que enfrentamos momentos muy duros debido al impacto del virus en una población tan vulnerable. La falta de recursos, el aislamiento de los residentes y la impotencia ante la rapidez de los acontecimientos fueron especialmente difíciles de afrontar. Sin embargo, también fue un momento de aprendizaje y resiliencia, que reforzó mi compromiso con el bienestar de las personas mayores y la importancia de mejorar los protocolos de atención y respuesta ante emergencias.
4. ¿Y el mejor recuerdo profesional?
Mi mejor recuerdo profesional es cuando organizamos fiestas o visitas de personas externas al centro para rendir homenaje a los residentes. Ver la emoción en sus rostros, su alegría al sentirse reconocidos y acompañados, y la energía positiva que se genera en esos momentos es algo que realmente me llena de satisfacción. Estos eventos no solo rompen la rutina, sino que también refuerzan el sentido de comunidad y cariño que tanto necesitan. Saber que contribuyo a brindarles momentos de felicidad es, sin duda, una de las mayores recompensas de mi trabajo
5. En el proceso final de vida de las personas, ¿qué te parece más importante? 
Lo más importante en el proceso de final de vida de un residente es el acompañamiento y garantizar su máximo bienestar en esos momentos. Es fundamental brindar un entorno de respeto, calidez y dignidad, asegurando que la persona se sienta acompañada y tranquila. Además, también es esencial apoyar a sus seres queridos, ayudándolos a crear recuerdos significativos y reconfortantes. Facilitar un ambiente en el que tanto el residente como su familia puedan vivir esos momentos con serenidad y amor es una prioridad en mi labor. 
6. Estar al lado de las personas que sufren o mueren, ¿qué aporta (a los pacientes y a sus familiares)? 
Estar al lado de las personas que sufren o están en su proceso de final de vida aporta tranquilidad, dignidad y alivio emocional al paciente, ayudándolo a sentirse acompañado y a reducir el miedo y la soledad. Para los familiares, significa consuelo, la posibilidad de una despedida significativa y la paz de saber que su ser querido estuvo bien cuidado. Además, fortalece el proceso de duelo y deja la sensación de haber cumplido con un acto de amor y humanidad. En definitiva, el acompañamiento en estos momentos es un gesto invaluable que brinda serenidad a todos los involucrados.
7. ¿Cómo afrontas la muerte?
Afronto la muerte con serenidad y profesionalismo, siempre desde el respeto y la empatía. Como directora de un centro residencial, mi prioridad es garantizar que cada persona viva su proceso final con dignidad, rodeada de cariño y en un entorno que le brinde tranquilidad. Trabajo para que el equipo esté preparado para acompañar tanto al residente como a sus seres queridos, ofreciéndoles apoyo emocional y creando un ambiente de paz. Saber que mi labor contribuye a que estos momentos sean lo más humanos y reconfortantes posible me da la certeza de estar haciendo bien mi trabajo.
8. ¿Nos puedes recomendar un libro?
Cuidar: una revolución en la atención a las personas mayores.
9. ¿Música y película favorita?
Mi película favorita es la historia interminable, "La historia interminable" es una película que deja un mensaje profundo sobre la importancia de la imaginación, la valentía y la fe en uno mismo. A través del viaje de Bastian y Atreyu, la historia nos muestra cómo la creatividad y los sueños pueden dar forma a la realidad, resaltando que la esperanza y la voluntad pueden reconstruir incluso los mundos que parecen desmoronarse. También invita a reflexionar sobre el poder de las historias para inspirar y transformar, recordándonos que cada persona tiene el potencial de escribir su propio destino. Es una película que trasciende la fantasía para transmitir valores universales y atemporales.
Mi música favorita es el género pop porque tiene una capacidad única de conectar emocionalmente con las personas. Al igual que "La historia interminable", que transmite un mensaje profundo sobre la importancia de la imaginación, la esperanza y la valentía, la música pop tiene el poder de inspirar, levantar el ánimo y generar momentos de alegría. Esta conexión emocional me recuerda mucho a mi enfoque en el trato personalizado en las residencias, donde busco crear un ambiente único para cada residente, reconociendo sus necesidades individuales y brindándoles momentos significativos que mejoren su bienestar. Tanto la música como la atención personalizada tienen la capacidad de transformar y generar felicidad, algo que considero esencial en mi trabajo.