El 44% de las familias escoge la incineración en El Camp de Tarragona. Se trata del primer horno crematorio de Mémora en la provincia de Tarragona. Tanto en la construcción como en la actividad, se ha puesto el foco en la sostenibilidad, con un filtro de 0 emisiones que asegura el cumplimiento de los límites establecidos en el ámbito comunitario, estatal y europeo.
El horno crematorio de Mémora en Reus, ubicado en las mismas instalaciones del tanatorio del grupo funerario en la ciudad, este año celebra su primer aniversario. Con esta nueva instalación, en julio de 2023 Mémora ponía en marcha su primer horno crematorio en la provincia de Tarragona, el cual permite realizar todo el servicio funerario en el mismo espacio: velatorio, ceremonia e incineración.
Poniendo de manifiesto el compromiso con la sostenibilidad, el nuevo crematorio dispone de un filtro 0 emisiones. El mecanismo filtra los gases producidos durante la incineración para reducir la emisión de partículas nocivas que se producen durante el proceso, reduciendo de esta manera su impacto en el medio ambiente. Además, y gracias a este sistema de filtración, el horno crematorio sitúa sus niveles de emisión por debajo de los fijados en el ámbito comunitario, estatal y europeo, cumpliendo con las emisiones establecidas por la Autorización Administrativa de Actividades Potencialmente Contaminadoras de la Atmósfera (APCA).
La cremación, una opción al alza en el Camp de Tarragona
Desde el año pasado se han realizado aproximadamente 630 incineraciones, una media de 1,7 al día. Estas cifras reflejan la tendencia al alza por esta opción funeraria en esta demarcación, en la que el 44% de las familias del Camp de Tarragona eligen el proceso de incineración.
Asimismo, desde Mémora ponen el énfasis en estos métodos destacando que "el proceso de cremación requiere una gran profesionalidad debido a su complejidad y, por este motivo, Mémora dispone de unas instalaciones diseñadas a partir de los estrictos estándares de trazabilidad para garantizar los máximos niveles de calidad", explica Javier Rios Hevia, gerente de Mémora en Tarragona.
En este sentido, se deposita junto con el féretro una piedra ignífuga con una numeración asociada al difunto, la cual lo acompaña durante todo el proceso para asegurar que los familiares puedan recibir las cenizas de su ser querido. El tiempo de espera desde la última despedida hasta la recepción de las cenizas para llevarlas a su destino final depende de algunos factores. No obstante, los procesos de cremación requieren de 3 o 4 horas y, posteriormente, es necesario un periodo de enfriamiento hasta que las cenizas se entregan a los familiares dentro de la urna elegida.
El destino final de las cenizas puede variar según el último deseo del difunto o de los familiares y Mémora proporciona varias opciones para facilitar y acompañar en este proceso. Las personas que aún no han decidido qué hacer, pueden dejarlas en custodia temporal en la funeraria o en su casa. Posteriormente, y en estos momentos únicos y decisivos, es posible depositar las cenizas en un columbario ubicados en tanatorios, parroquias o cementerios; optar por una opción ecológica y devolver las cenizas al ciclo de vida ya sea esparciéndolas en un bosque o en el mar; y, por último, continuar recordándolos y mantener su memoria viva a partir de joyas hechas con sus cenizas y cabello o diamantes.